De compliance a crecimiento: repensando los modelos bancarios en la economía de datos abiertos

16 September, 2025 |

 

Durante años, el Open Banking fue visto principalmente como un ejercicio de cumplimiento normativo. Regulaciones en Europa, Latinoamérica y partes de Asia establecieron estándares para el intercambio de datos, la interoperabilidad y los derechos del consumidor. Pero a medida que el modelo madura, queda claro que el alineamiento regulatorio es solo el primer paso. 

La verdadera oportunidad está en transformar el Open Banking de una obligación legal a una estrategia de crecimiento. 

 

La presión sobre los márgenes bancarios 

La industria bancaria global enfrenta una presión sostenida sobre sus márgenes. El aumento de los costos operativos, los mayores requisitos de capital y las crecientes expectativas de clientes digitales están erosionando la rentabilidad. Las palancas tradicionales de eficiencia, como el cierre de sucursales, la automatización de procesos de back office o la reducción de personal, ya no son suficientes para garantizar la resiliencia a largo plazo. 

En este contexto, el Open Banking no debe verse como una carga regulatoria más, sino como una palanca estratégica para desbloquear nuevas fuentes de ingresos. Al adoptar ecosistemas de datos abiertos, los bancos pueden diversificar servicios, fortalecer alianzas y monetizar APIs como productos en sí mismos. 

 

Más allá de la tecnología: un cambio en el modelo de negocio 

 

Muchas instituciones aún ven las APIs como “tuberías”. Una necesidad técnica para cumplir con regulaciones o integrarse con socios. Esta visión limitada pierde de vista el verdadero valor: las APIs son canales de distribución. Permiten a los bancos ofrecer productos fuera de sus propias plataformas, llegando a los clientes a través de apps fintech, sistemas corporativos y marketplaces de terceros. 

 

En otras palabras, el Open Banking no solo implica rediseñar sistemas. Implica reimaginar el modelo de negocio: 

  • Pasar de estrategias centradas en productos a estrategias centradas en ecosistemas. 
  • Monetizar el acceso a datos como servicio para fintechs, aseguradoras y empresas. 
  • Construir servicios de valor agregado sobre datos transaccionales, como scoring crediticio, planificación financiera o pagos embebidos. 

Este cambio no es opcional. Las empresas que logren posicionarse en el centro del ecosistema digital van a tener una clara ventaja.
 

En cambio, quienes sigan operando de forma aislada corren el riesgo de perder relevancia frente a un mercado que evoluciona cada vez más rápido. 

 

El auge de las alianzas 

 

Uno de los aspectos más prometedores del Open Banking es la posibilidad de colaborar con fintechs y nuevos jugadores, en lugar de competir directamente.  

Asociarse permite a los bancos acelerar la innovación sin reinventar la rueda. Por ejemplo: 

  • Un banco retail puede integrar una herramienta de gestión financiera personal de una fintech en su app, generando mayor fidelización. 
  • Un banco corporativo puede conectar sus servicios de tesorería directamente con plataformas ERP, creando experiencias B2B fluidas. 
  • Un banco universal puede apalancar plataformas fintech de préstamos para ampliar el acceso al crédito en poblaciones desatendidas, manteniendo la gestión del riesgo internamente. 

En todos los casos, el modelo de API abierta permite a los bancos ampliar su relevancia a lo largo del recorrido del cliente, manteniendo la confianza como diferencial central. 

 

Rentabilidad en la economía del dato abierto 

 

La magnitud de la oportunidad es clara. A nivel global, hay más de 416.000 millones de dólares en ingresos bancarios en juego con la transición hacia la economía de datos abiertos. Las APIs se están convirtiendo en productos por derecho propio, y los bancos comienzan a cobrar a sus socios por conjuntos de datos premium, analítica avanzada o conectividad en tiempo real. 

Ademas, la colaboración refuerza la resiliencia. En lugar de competir contra cada nuevo jugador digital, los bancos pueden convertirse en orquestadores de ecosistemas, ofreciendo más opciones a los clientes y capturando una parte de la innovación de terceros. 

 

Tesorería corporativa e innovación B2B 

 

Aunque gran parte de la conversación sobre Open Banking se enfoca en el segmento retail, los casos de uso corporativos pueden ser igual de transformadores. Las grandes empresas demandan visibilidad en tiempo real de su liquidez, posiciones cross-border y pronósticos de flujo de caja. Las APIs permiten a los bancos conectarse directamente con sistemas de tesorería y ERPs, brindando: 

  • Gestión de posiciones instantánea en múltiples geografías 
  • Optimización de liquidez mediante barridos y transferencias automáticas 
  • Reducción del riesgo operativo al eliminar procesos por lotes y conciliaciones manuales 

Estas capacidades generan relaciones sólidas y de alto valor con los clientes corporativos. Esto es una defensa clave frente a la comoditización del negocio minorista. 

 

Actuar con urgencia 

 

Tres de cada cuatro bancos en el mundo esperan que la adopción de Open Banking y el uso de APIs crezca más del 50 % en los próximos años. En Europa, la cantidad de terceros proveedores se cuadruplicó en solo dos años, demostrando la velocidad con que estos ecosistemas pueden escalar cuando la regulación y el mercado se alinean. 

Para los bancos en mercados emergentes, la lección es simple: esperar a que la regulación madure no es una estrategia. Las instituciones que adopten una postura proactiva, invirtiendo en gobernanza de datos, monetización de APIs y modelos de alianzas, serán las mejor posicionadas. 

 

La perspectiva de Huenei 

 

En Huenei vemos al Open Banking como un punto de inflexión. Los ganadores serán aquellos que lo traten no como un requisito de compliance, sino como una plataforma para crecer. El éxito requiere: 

Integración ágil: APIs que se conectan sin fricción ni interrupciones. 

Equipos especializados: squads capaces de modernizar sistemas legados y de incorporar seguridad en todas las capas. 

Arquitectura escalable: soluciones que cumplan con los requisitos actuales, pero estén listas para la innovación futura. 

En última instancia, el Open Banking es un cambio de modelo: de lo cerrado a lo abierto, de lo centrado en el producto a lo centrado en el ecosistema. 

Se trata de transformar la regulación en oportunidad. 

 

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